Beatrix Potter
Nació a finales del siglo XIX, en una familia en buena situación económica. No llegó a ir a la escuela, porque la educaron institutrices en su casa de Londres. Quizás el no socializar con más niños de pequeña hizo que tuviera que desarrollar su imaginación. Desde la infancia fue una gran dibujante, especialmente de animales domésticos.
Cuando intentó publicar por primera vez sus relatos, las editoriales los rechazaron en varias ocasiones. Gracias a un editor que creyó en ella pudo publicar "El cuento de Perico, el conejo travieso" que encantó a todo el público. Tanto le gustó a su editor la obra de Beatrix Potter, que acabó pidiéndole que se casara con él, a lo que ella accedió. Lamentablemente la boda no pudo tener lugar, porque el novio falleció unos días antes.
A partir de ese momento Beatrix se recluyó en una granja situada junto a un pequeño pueblecito, en una de las zonas más bonitas de Inglaterra: el distrito de los Lagos. Y sería precisamente esta granja y los terrenos que la rodeaban, así como todos los animalitos que por allí retozaban, el entorno que Beatrix Potter empezó a describir y dibujar con inigualable maestría en sus cuentos.
Además de autora de cuentos e ilustradora, Beatrix Potter fue una de las primeras agricultoras preocupadas por la conservación de la tierra, llegando tener 15 granjas.