Si se escribe el nombre del escritor Ralph Barby en el buscador Google, de inmediato nos encontramos con un montón de referencias a su obra literaria, muchos lectores se han dedicado con admirativo fervor a recopilar las portadas de sus libros e incluso a reseñar uno por uno los títulos de esas obras, especificando las reediciones.
Ralph Barby (pseudónimo de Rafael Barberán) es un hombre que posee una gran imaginación e inteligencia que le ha permitido escribir un millar de novelas ágiles, directas y entretenidas, con un fondo social, humano y ético que otras obras con más pretensiones quizás no contienen. Ralph Barby ha cultivado los más variados géneros, desde la novela policíaca a la ciencia ficción, artes marciales orientales, el Farwest, etc., y especialmente el género Terror donde tiene múltiples seguidores. Ralph Barby sigue publicando, está en plena actividad y en el pasado 2012 han aparecido varios libros suyos editados en los Estados Unidos. Y sus obras, convertidas en audio-libros por un excelente cuadro de actores, escalan los puestos de top-ventas a nivel mundial como puede constatarse en las listas de iTunes. El año 2011, en el Festival Internacional de Cine de Terror de Sitges, se le dedicó un cálido homenaje y otro tanto ocurrió en julio de 2012 en el festival Celsius 232 de Avilés en cuyo Auditorio, Ralph Barby explicó a un numeroso público parte de su biografía y un montón de anécdotas, y lo hizo con la soltura, con ese estar de vuelta de todo que le otorga la veteranía y hallarse en la cima de su profesión.
Rafael nació un seis de mayo en el Eixample barcelonés. Inició sus estudios en las Escuelas Salesianas y durante varios años fue boy-scout, llegando a cap de escamot y de más mayor a Guía, su sobrenombre fue Jaguar Impulsiu.
Pasó como aprendiz por el mundo del fotograbado. Inició su Diplomatura de Química en clases nocturnas en la Escuela Industrial de Ingenieros y Peritos de la Diputación de Barcelona (cuatro años) que compaginaba con su trabajo en la industria química, fueron sus años de “aprendiz de brujo”. Sufrió incendios, explosiones. Para fabricar productos más tóxicos, tuvo en sus manos kilos de cianuro potásico en forma de huevos de paloma, podía haber envenenado a toda la población de Barcelona.
Abandonó la pequeña empresa donde el vitriolo se le había comido hasta los zapatos y entró en la fábrica de pinturas norteamericana Sherwin Williams Company. Hizo la “mili” en Artillería de Ceuta y de regreso al mundo civil, inició el camino de la literatura de evasión, participando en algunos concursos literarios y obteniendo distintos premios.
Ralph es un “todo terreno” de la literatura. Sus obras han sido llevadas al cine en México. Él puede ser fantástico pero nunca inverosímil, poco importa el escenario descrito, lo fundamental en sus relatos siempre es el ser humano, los problemas que le agobian, las injusticias de las cuales es víctima, porque Ralph resulta igual de convincente describiendo las vicisitudes de un vaquero en el lejano Oeste, enfrentado al patrón cacique, que un cosmonauta vencido por la soledad en un planeta ignorado de la galaxia.