Sixto es un joven celtíbero que fue entregado como rehén a los romanos siendo niño. Se ha criado en Roma y, ya adolescente, ha vuelto a su casa a la ciudad de Gémina, donde ahora se siente un extraño que no es bien recibido. Sabe que tendrá que hacer algo para ganarse el respeto y el reconocimiento de sus conciudadanos.

El destino quiere darle la posibilidad de recuperar el reconocimiento de los suyos: hay un oso gigantesco que está matando ganado y personas y Sixto consigue que pese a su juventud el famoso cazador Bodo, le permita unirse a su partida de caza tras el oso. Confiados en su superioridad numérica los cazadores, son cazados y el oso cae sobre ellos y escapa, con lo que cada vez va siendo más respetado por la gente de los pueblos de alrededor que empiezan a considerarlo un dios.