Esta comedia se sitúa en el París del siglo XVII en el seno de una familia bien situada, en la que sin embargo nuestro protagonista, Harpagón, que es el prototipo del avaro miserable, ama el dinero por encima de cualquier otra cosa.

Harpagón  es hasta tal punto un miserable avaro, que hace que sus hijos sufran toda clase de privaciones tanto afectivas como de carácter económico.

Harpagón quiere casar a su hija Elisa con un viejo rico que se llama Anselmo, porque éste la tomaría sin necesidad de dote.

Cleanto su hijo está enamorado de Mariana, pero Harpagón decide que no es mal momento para casarse y para ello considera a la joven Mariana la candidata ideal.

Finalmente el amor y la juventud triunfaran y acabarán riéndose de la autoridad que quiere obligarles a casarse en contra de sus deseos.