«No ha estado tan cerca de otra persona en mucho tiempo y le gusta sentirle cerca. No es realmente nada romántico, pero no puede evitar pensar que le gustaría que la tocase en otras partes. La idea le debería sonrojar, pero en vez de eso, la invade una sensación hormigueante». Una vez más, el padre del bebé que va a dar a luz en unos meses, la deja plantada. Aunque ya no estén juntos, Jennifer no aguanta más los desplantes de Adrian. Se siente sola y desplazada. ¿Cuánto tiempo hace que no nota el tacto de otra persona sobre su piel? Triste y abatida, se encuentra por casualidad con Robin, un antiguo compañero del colegio. Le basta pasar un día con él para darse cuenta de que es alguien muy especial.