Varias granadas silbaron en la calle y estallaron ruidosamente contra una casa. A los gritos de “Iván, Iván”, el pánico se apodero de los nuestros. Restallan los disparos, los hombres se desperdigan, varios se precipitan fuera de los tanques, porque el miedo de morir asado se pega a la piel de todo tripulante de los tanques. Una hilera de terribles “T-34” se acerca ruidosamente, escupiendo fuego con todas sus armas. Los lanzallamas, alargan sus lenguas rojas hacia los granaderos blindados, pegados a las paredes, y los transforman en antorchas vivientes.

Sven Hassel fue enviado a un batallón de castigo como soldado raso en el ejercito alemán. El haberlo podido vivir en primera persona, le permitió narrar las atrocidades de la guerra, los crímenes de los nazis y el humor cínico y chabacano de los soldados. Con unas ventas superiores a los 50 millones de ejemplares son los libros de guerra más vendidos en el mundo.