En esta historia los protagonistas son dos perros, Cipión y Berganza, que se encuentran recostados a la entrada del hospital de la Resurrección en Valladolid, cuando se dan cuenta que, de repente y de forma inexplicable ,parecen haber adquirido el don del habla. Deciden, pues, aprovechar esta sobrenatural circunstancia para contarse el uno al otro sus vidas.

Es Berganza que comienza con la historia de su vida, que, al estilo de la del Lazarillo de Tormes, le hace pasar alegrías y desdichas de la mano de los distintos amos que le han ido tocando lo largo de su vida.

Nos cuenta cómo cree que nació en Sevilla, al lado del matadero, y escapó de su primer amo, el matarife Nicolás el  Romo, por su crueldad, pasando después a vivir bastante más feliz como guardián del rebaño de unos pastores en el campo.

A partir de ahí, Berganza va dibujando con sus palabras pequeños cuadros de cada uno de los amos con los que le ha tocado vivir, sus andanzas, sus fechorías y sus venturas...