La llegada a la escuela de Hazel, una hermosísima niña de 12 años, de ojos azules, con un trenzado en el cabello adornado con pequeñas plumas de colores, vistiendo una túnica indígena americana, causa un gran revuelo en los niños, que no imaginan su verdadero propósito en Paracelso. Plinia difiere con Lander por haberla aceptado, recordándole que pertenece a los Yarukos, una tribu conocida por sus terribles prácticas de magia negra con todo tipo de animales. Como en efecto, la niña obedece órdenes de Siwa, un guerrero indio que la insta a llevarle a Salvador y a Christian, para acabar con ellos, pero la noble diosa Mikeya convence a Hazel de que su corazón no abriga la maldad de los Yarukos, y le hace entrega a Salvador de su collar sagrado para enfrentar a Siwa y salvar a todos en la escuela.